Tras las huellas de los años perdidos de Jesús en Tíbet

Por Arjuna

Hemis, Jesús y mi Maestro.

En 1995 mi maestro espiritual, el Padre César A. Dávila, había decidido regresar a la India, y esta vez tenía como meta visitar el Monasterio de Hemis en Leh, antigua capital del reino de Ladhak.

Hemis es un monasterio del linaje Drukpa Kagyü del Budismo Vajrayana, cuya antigüedad es indeterminada. Se sabe que fue reestablecido en 1672 por el rey de Ladhak Sengge Namgyal, pero el monasterio ya existía en el siglo XI antes de la llegada de Naropa. 

Su fama e interés en occidente empieza a raíz de que el periodista ruso, Nicolas Notovitch, en el año 1894, publica su libro “The Unknown Life of Jesus Christ” (La vida desconocida de Jesucristo).

Gran aventurero y explorador de la India, Notovitch viajó mucho por Oriente a fines del siglo XIX. Afirmó en este libro haber descubierto un documento biográfico en el monasterio de Hemis donde se narra la presencia del joven Jesús de Nazareth en el Tíbet y la India, específicamente en el monasterio de Hemis donde compartió enseñanza espiritual y se nutrió con la mística del Budismo Tibetano, sus métodos de meditación y sanación.

Este libro, con afirmaciones audaces y fantásticas sobre Cristo atrajeron la atención de los estudiosos de historia y del cristianismo y los medios de comunicación populares de la época.

Pero más que aplausos y gloria Notovitch recibió críticas y burlas. Fue confrontado y reprochado con las “inconsistencias” de este libro, y aparentemente “confesó” haber inventado toda la biografía de Jesucristo, cosa que nadie sabe a ciencia cierta.

Por varios años el libro se consideró una historia falsa. Pero a pesar de que Notovitch fuera desacreditado en Europa, ciertas personas en India y Estados Unidos consideraron que su historia tenía credibilidad. 

Swami Abhedananda, discípulo directo del gran yogui y maestro Sri Ramakrishna, y colega de Max Mueller, que inicialmente era escéptico de las afirmaciones de Notovitch, en 1922, cruza los Himalayas a pie y llega a Tíbet, donde estudia filosofía budista y lamaísmo. 

Es aquí donde afirma que los lamas del monasterio de Hemis le confirmaron que Notovich fue llevado al monasterio con una pierna rota y lo cuidaron allí durante un mes y medio. También le dijeron que se le mostró el manuscrito tibetano sobre Issa (Jesús) a Notovich y se interpretó su contenido para que pudiera traducirlo al ruso.

 

Este manuscrito fue mostrado a Abhedananda, tenía 14 capítulos, que contenían 223 slokas. El Swami hizo traducir algunas partes del manuscrito con la ayuda de un lama, de los cuales unos 40 versos aparecieron en el cuaderno de viaje del Swami.

Después de su regreso a Bengala, el Swami le pidió a su asistente Bhairab Chaitanya que preparara un manuscrito del diario de viaje basado en las notas que había tomado.

Más adelante esas notas se publicaron en un libro “Swami Abhedananda’s Journey Into Kashmir & Tibet” (Viaje de Swami Abhedananda a Cachemira y Tíbet) publicado por “Ramakrishna Vedanta Math”, de Calcuta.

En los años 90 este material se hizo conocido a través de una publicación de E. Prophet titulada “Los Años Perdidos de Jesús.” 

Para el Padre Dávila era imposible considerar siquiera que Jesús hubiera pasado, desde los 12 hasta los 30 años, haciendo sillas y mesas como un carpintero como muchas veces se ha sugerido.

Nicolai Notovich

“Aquel que desde niño ya ofrecía discursos en la sinagoga y reunía a su alrededor a rabinos y sabios para escucharlo, no iba a dedicarse por 20 años a hacer mesas y sillas.” Esas siempre fueron sus palabras.

Una nueva peregrinación

Todos los años, como parte de mi proceso de estudio y de mi servicio, viajo a la India con grupos de estudiantes que quieren profundizar su conocimiento de la espiritualidad oriental y sus métodos de meditación.

Pero esta vez, siguiendo los pasos de mi maestro y cumpliendo un deseo del alma, he decidido incluir en el itinerario de esta peregrinación la visita a Ladhak, en el Tíbet indio para conocer, meditar y contemplar en el Monasterio de Hemis. Y en la medida de lo posible constatar la presencia de Jesús en este sagrado lugar para las tradiciones del budismo del Tíbet.

Como es natural, muchas sorpresas tendremos por delante, el camino es incierto, nuevo y desconocido, pero este viaje es un viaje al interior, para compartir con las tradiciones espirituales del hinduismo y del budismo, pero sobre todo, con las tradiciones de meditación.

Nuestro centro es siempre la Meditación.

Como en otras ocasiones visitaremos Delhi donde conectaremos con la magia de la capital India, para luego avanzar a Vrindaban la tierra del Bhakti y las meditaciones del mantra yoga.

Regresar a llenar nuestro corazón con la sonrisa y espíritu libre de Sadhu Maharaja y otros santos de Vrindaban, la tierra de Sri Krishna.  

Agra es una parada esencial, su Taj Mahal es una lágrima en las arenas del tiempo.

Varanasi sigue como parte de esta peregrinación. Considerada la morada mundana de Shiva, es apreciada como la capital religiosa de la religión hindú.

Sus pintorescas callejuelas nos llevarán hasta el sagrado Ganges, donde el sol nos bañará con sus rayos al amanecer mientras meditamos en sus ancestrales gaths.

Ciudad sacra, donde sabios y santos, desde Buda hasta Lahiri Mahasaya, se han sentado en sus ghats a comulgar con el Ser. 

Cerramos nuestro viaje en Katmandú, la capital de Nepal. Ubicada en un valle rodeado por las montañas del Himalaya, y será nuestra última parada en este Peregrinaje por las cumbres de estas maravillosas tierras.

Su casco antiguo, plazas y templos son Patrimonio de la Humanidad. Sus Pagodas y stupas son una invitación a la vida interior.

 

Con mucha emoción te invito a acompañarme.

Om Mani Padme Hum,

Arjuna Das

 

Video del Padrecito Dávila en el Monasterio de Hemis

¿Quieres saber más de esta maravillosa experiencia?

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